A los 65 años de edad falleció en un accidente automovilístico en África la religiosa barranquillera Yolanda Bocanegra Mendoza, quien era misionera de la comunidad Siervas de San José.

La comunidad Siervas de San José, desde Madrid, en España, escribió que recuerdan "a Yolanda como una mujer alegre, acogedora y cercana, sencilla y humilde, creativa, atenta a las necesidades de las demás, generosa y detallista, realista y soñadora. Sabía disfrutar de la belleza de las pequeñas cosas".

La misionera había viajado desde España a África el pasado 28 de febrero y regresaba de Zambia a Congo, cuando el vehículo en el que se movilizaba se accidentó el pasado 19 de marzo, antes de llegar a la frontera de ambos países. En el percance también perdió la vida, también Sierva de San José, congoleña, que la acompañaba. Ellas se trasladaban al Congo, antes de que se cerrara la frontera por la situación mundial del coronavirus.

"Yolanda se sabía mover a ritmo caribeño, con salsa, alegría y viveza", dijeron en la reseña de su vida La describen como una "mujer creyente y profunda, se sentía hija amada de Dios Padre-Madre, seguidora de Jesús, su Maestro, con una fe encarnada que le llevaba a una entrega sin límites, a vivir coherentemente su vocación de Sierva de San José. Comprometida con el carisma, con el mundo trabajador pobre, con la mujer".

Yolanda Bocanegra Mendoza comenzó su vida religiosa siendo muy joven. Viajó de Barranquilla a Medellín seguir los pasos para ser consagrada; allí hizo el prenoviciado, noviciado y profesión. Estuvo en varias ciudades de Colombia donde la congregación Siervas de san José desarrollaban el trabajo pastoral: Bogotá, Medellín Corozal y Pasto-Miraflores y Medellín, desempeñándose en pastoral vocacional, maestra, coordinadora de comunidad-taller, secretaria, consejera y coordinadora Provincial de la Provincia de Colombia y coordinadora provincial de la Provincia María de Nazaret.

A donde la necesitaban iba, en 2017 fue elegida miembro del equipo general de la congregación Siervas de san José y se trasladó a vivir en Madrid, España. Este año le fue encomendada la misión de acompañar a las hermanas de República Democrática del Congo y Zambia, este último país donde falleció.

"Gracias, Yoli, por lo que hemos vivido contigo, gracias por tu servicio y generosidad. Gracias por las veces que nos recordaste, con ese canto que tanto te gustaba “Desde Ti”, que es desde Él, sólo desde Él como la vida tiene sentido. Ahora que vives con Él, ¡ora por nosotras!", se lee en el in memoriam de la comunidad.

Zona Cero le hace llegar a su familia en Barranquilla nuestras condolencias y que el recuerdo de su obra perdure en la memoria de quienes se beneficiaron con sus acciones. Paz en su tumba.